La Ribeira Sacra, se sitúa entre el sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, al resguardo del río Miño y el río Sil. En esta zona del interior de Galicia, el suelo de carácter aluvial y de origen granítico y pizarroso, forma grandes desniveles a los márgenes del rio, erosionados durante milenios.
El topoclima generado en estas áreas, tradicionalmente de corte oceánico, adquiere un carácter más mediterráneo, el más óptimo para una buena maduración en nuestra latitud.
Hace más de dos mil años los romanos llegaron a Galicia e implantaron su cultura. Una de sus actividades agrícolas más importantes era el cultivo de la vid y la elaboración de vino, y para ello buscaron las mejores zonas para cultivarlas. Suyas son muchas de las muras y bancales que todavía hoy gobiernan el paisaje. El vino que obtenían en esta zona era muy reconocido, y se dice que se lo llevaban al propio César en Roma.
Cientos de años después, los monjes encontraron aquí un lugar aislado, con suelos fértiles, un clima agradable y abundante agua, como para asentarse y construir sus monasterios. Hábiles en los cultivos, llevaron las vides a muchas zonas de nuestra geografía y propagaron el consumo del vino.
En los últimos siglos, la viticultura tuvo un carácter de subsistencia, considerando el vino como un alimento más, e incluso compartiendo el terreno con otros cultivos. Finalmente, las sucesivas particiones hereditarias, terminaron por determinar este minifundismo tan característico de nuestra idiosincrasia como de nuestro paisaje.
Adegas Moure fue una de las bodegas que se agruparon de inicio para crear la denominación de origen Ribeira Sacra, con el objetivo de impulsar y proteger los vinos y viñedos de esta zona.
Por la dificultad de cultivo que representa, se denomina “viticultura heroica”, formando parte del CERVIM, asociación que pone en valor la viticultura de montaña.
Esta denominación de origen, que navega entre el río Miño y el Sil, alberga una gran variedad de nichos ecológicos. Una de las características más relevantes de la zona es el cultivo en bancales (muras), por la fuerte pendiente de estos cañones.
Dentro de la denominación de origen Ribeira Sacra, la subzona en la que nos encontramos es la de Ribeiras do Miño. En concreto en la parroquia de A Cova, lugar de Cuñas, aunque poseemos viñedos en diferentes áreas de producción dentro de la Denominación de Origen. Los suelos y el mesoclima de esta área varían en gran medida a lo largo de las diferentes zonas, e incluso a nivel de parcela, de ahí la importancia del tipo de suelo, pendiente, altitud y orientación.
Los datos climáticos arrojan valores de temperatura media de 14o y una pluviometría de 900 mm al año en las Riberas del Miño (270 mm de Abril a Septiembre), además de ligeros vientos. La humedad relativa ronda el 70% y las horas de sol entorno a 180 mensuales. En la actualidad, estos valores se están viendo afectados como consecuencia del proceso de cambio climático que estamos sufriendo. En los últimos años estamos teniendo temperaturas más altas, un clima más seco, y un verano más largo. Nos preocupa mucho este grave problema, y trabajamos para reducir al mínimo nuestra huella de carbono.
Por estos motivos, nuestro compromiso con la naturaleza es el de formar un único tándem, que nos conduzca a una agricultura sostenible, integrada en el paisaje, y en el que ambas partes salgamos beneficiadas. El entorno, con una mayor diversidad de especies y hábitats, y nosotros con un gran viñedo y un vino de altura.
En Abadía da Cova, el viñedo actúa como eje vertebrador de unos productos con características únicas. El terroir, adquiere una dimensión esencial, al no depender exclusivamente del clima y el tipo de suelo, si no de las condiciones de cada pendiente, de su orientación, insolación y humedad en sus diferentes partes.
Buscamos en estas laderas, orientaciones sur o sur-oeste, la altitud adecuada para una correcta temperatura, el suelo e insolación óptimas... y el rio, como factor determinante de todos ellos. Es la búsqueda del lugar que mejor exprese las características de cada una de nuestras variedades, para así cultivarlas solo en el terreno al que mejor se adapten. La suma de estos factores terminará por esclarecer el misterio... añada tras añada.
La viticultura heroica es el único tipo de viticultura posible, debido a que las mejores condiciones para el viñedo se encuentran en las laderas del río, con inclinaciones que alcanzan el 70%. Todos los trabajos se realizan de manera meticulosa y de forma manual por nuestro equipo de viticultura.
Hoy en día estamos profundizando en el conocimiento de los principios biodinámicos, ensayando en nuestros viñedos experimentales para poder beneficiarnos de esos conocimientos y mejorar las condiciones de cultivo de nuestras vides.
Tenemos varias estaciones meteorológicas en los propios viñedos, que nos permiten medir los valores atmosféricos y de suelo de nuestras parcelas, y establecer protocolos de actuación que nos permiten sacar el mejor rendimiento de nuestras cepas, así como prevenir posibles infecciones por parte de hongos indeseables.
Los principios de ecología, respeto y compromiso con el medio, así como la preservación de este área natural, siempre han sido primordiales para nuestra empresa.
En nuestro viñedos tenemos dos tipos de suelos fundamentalmente. En la zona de Ribeiras de Miño y Amandi, los suelos son principalmente graníticos, con vetas de pizarra y esquistos. En la parte de Montefurado y Quiroga, son suelos pizarrosos de arenas y arcilla.
Constituye vides en “vaso” o sistema vertical, que se podan a guyot simple o doble, limitando el numero de yemas en función del vigor y salud de cada cepa. Este sistema de conducción representa unas 5,5 hectáreas de viñedo, repartidas en numerosas parcelas de pequeño tamaño. Alberga las cepas más antiguas de la propiedad, que tratamos de preservar con un cuidado extremo en sus condiciones de cultivo.
Lo utilizamos en las dos fincas de Albariño de la casa, también de las más antiguas. Representa unas 3,5 hectáreas de viñedo, y nos permite controlar el vigor de estas inquietas cepas, así como aprovechar el 100% de la energía solar, al ser un sistema de superficie continua.
En las viñas más recientes, estamos cultivando en espaldera. Las cepas se guían a doble cordón, cordón simple o en sistema vertical con poda guyot. Actualmente hay unas 9,5 hectáreas de viñedo en espaldera.
Lo que se pretende es conseguir una mayor profundidad y originalidad en los diferentes tipos de vino.
Cultivamos nuestras uvas en varias zonas dentro de la D.O. Como área principal encontramos las Ribeiras del Miño, sin embargo también producimos uvas en Amandi, Montefurado y Quiroga. Esta diferenciación de parcelas nos aportan características diferenciadoras, y grandes contrastes en los parámetros de las uvas.
La bodega produce la mayor parte de las uvas que utilizamos en nuestros vinos. Sin embargo hay parcelas interesantes y grandes viticultores que nos aportan uvas a las que no podríamos tener acceso de otra manera. Solo compramos uva de viticultores de confianza, con los que llevamos trabajando más de veinte años, como media. Clasificamos las parcelas y destinamos esa uva a los vinos que creemos oportunos. Trabajamos codo con codo para que el viñedo se trabaje de la manera más óptima, respetuosa y con nuestros propios criterios de calidad. Guiamos y nos apoyamos mutuamente con cada viticultor durante todo el proceso, hasta obtener el mejor resultado en cada caso.
Os invitamos a conocer un lugar único de la mano de Abadía da Cova.